domingo, 30 de mayo de 2010

Potosí


Llegamos a esta ciudad en una madrugada muy fría, Potosí es una ciudad que se encuentra a 4000 metros de altura sobre el nivel del mar. Es la ciudad más alta de Sudamérica, y además es la que diò vida a muchas otras ciudades de Bolivia y del cono Sur. También algunos países Europeos como España, Portugal, Inglaterra y Francia, entre otros, deben su riqueza y su crecimiento económico a Potosí, y a su Cerro Rico, que en la actualidad está lleno de agujeros, como la historia que nos cuentan, como los ideales de las personas que trabajan adentro de sus minas; que cargan en sus hombros y en sus vidas los más de 500 años de colonización, de explotación, de tradiciones mezcladas entre el cristianismo y las costumbres de los pueblos originarios de Sudamérica.




La Plata que sacaron del Cerro Rico, además de darle nombre a nuestro país, Argentina, fue llevada al viejo mundo; se la robaron toda, y dejaron su miseria, sus religiones, sus interpretaciones, sus casas lujosas, hoy convertidas en museos o algunas a punto de derrumbarse.









Muchos vuelven a Potosí y no se enteran de esa historia, y siguen mirándolos como animales, no respetan a la gente de esta tierra…. ¿Quién asumirá alguna vez el vaciamiento?....


A nosotros, visitar la mina nos enseñó más cosas de las que sabíamos, y a la vez nos confundió… Los mineros no quieren cambiar su situación, aceptan el trabajo bajo tierra, la intoxicación de gases, la pudrición de sus pulmones cerca de los 30 años de edad, las ofrendas al TIO ( que es el diablo que los españoles metieron en las minas para asustarlos y para que no dejen de trabajar, que sin embargo, los mineros lo transformaron en su Dios, y es él quien los cuida y los ayuda a encontrar los minerales que permiten su existencia), las horas, a veces, 4, u 8, y hasta 24 horas de trabajo sin parar, después de mascar Coca durante 4 horas seguidas. Esa costumbre no fue abolida por los conquistadores, como tantas otras, ya que la coca les daba y les da energía a estos hombres para trabajar.









Muchos de estos Hombres no quieren que sus hijos sean mineros como ellos, pero la realidad cuenta otra cosa, y hace que mueran jóvenes y que sus hijos vayan a trabajar obligados a la mina para mantener a sus familias… ¿Cuál será el sentido de la obligación en estos casos, y quiénes los que deberían asumir estas responsabilidades?...















Eso es un poco de lo que vimos en Potosí, una ciudad que denuncia las relaciones de poder entre los Pueblos, entre los Oprimidos y los Opresores…una ciudad que está llena de Turistas, que, a veces y no todos, representan a esos que siguen viendo sin querer mirar.

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