Ya en Cotagaita... Efecto Bola de nieve.
Lázaro, un profe que conocimos en el primer taller que hicimos, nos había invitado a este pueblo para realizar un taller con los maestros rurales, a los cuales él estaba capacitando desde hace algunos años. Así que partimos hacia Cotagaita, muy cerca de Tupiza, aproximadamente unos 100 km, pero tardamos en llegar en Flota, casi 4 horas.
La primera clase la dimos el sábado por la tarde, y en la noche nos invitaron a la cena de despedida del profe Lázaro, porque culminaba el programa de capacitación, compartimos una cena muy grata junto a 40 maestros y allí conocimos a muestro buen amigo Tomás, un maestro que trabaja en una escuela en Tulti, con 15 alumnos, a 11 KM de Cotagaita, entre medio de los cerros, a 2 horas de caminata. Tomás nos invitó a visitar su escuela y nosotros aceptamos muy contentos y entusiasmados. Al día siguiente finalizamos el taller con los profes al mediodía. Juanita, otra maestra, que camina 4 horas para llegar a su escuela, también quiso que visitáramos a sus alumnos.
Visita a las Escuelas Rurales
Así que el lunes a las 7 a.m. Tomás nos pasó a buscar para llevarnos en su auto a las escuelas. El camino es bellísimo, la escuela de Tulti está entre cerros, allí llegamos temprano para desayunar con el profe, y los chicos iban llegando de a poco, probamos el café de Palqui, galletas de Palqui y tostado de Palqui.
Cuando llegaron la mayoría de los alumnos, 15 en total, nos invitaron a participar del acto cívico en conmemoración del primer día de la semana. Primero se formaron en filas de hombres y mujeres, mientras iban llegando algunos rezagados de entre los cerros. Luego se Izó la bandera y los chicos, los vecinos y el profesor cantaron el Himno de Bolivia, finalizado el himno el profe iba llamado a los alumnos al frente para que estos entonaran coplas en quechua, en castellano, bailaran, recitaran adivinanzas en quechua, etc… (al final del himno se encuentra el video)
Himno de Bolivia
Bolivianos: el hado propicio
coronó nuestros votos y anhelo;
es ya libre, ya libre este suelo,
ya cesó su servil condición.
Al estruendo marcial que ayer fuera
y al clamor de la guerra horroroso
siguen hoy, en contraste armonioso,
dulces himnos de paz y de unión.
II
Loor eterno a los bravos guerreros,
cuyo heroico valor y firmeza conquistaron
las glorias que empieza hoy Bolivia feliz a gozar.
Que sus nombres el mármol y el bronce a remotas
edades trasmitan y en sonoros cantares repitan:
Libertad, libertad,libertad.
III
Aquí alzó la justicia su trono
que la vil opresión desconoce,
y en su timbre glorioso legose
libertad, libertad, libertad.
Esta tierra inocente y hermosa
que ha debido a Bolívar su nombre
es la patria feliz donde el hombre
goza el bien de la dicha y la paz.
Si extranjero poder alqún día
sojuzgar a Bolivia intentare,
al destino fatal se prepare que
amenaza a soberbio invasor.
Que los hijos del grande Bolívar
han ya mil y mil veces jurado morir
antes que ver humillado de
la patria el augusto pendón.
De la patria el alto nombre
en glorioso esplendor conservemos
y en sus aras de nuevo juremos
¡Morir antes que esclavos vivir!
Finalizado el acto cívico ingresamos al aula ( hay una sola, ya que la escuela es multigrado), armamos el retablo, nos preparamos e hicimos la función, recibimos risas y caras de sorpresa, ya que había chicos que nunca habían visto títeres ni payasos.
Terminada la función, les mostramos los títeres y el retablo a los niños. Nos pusimos a jugar entre todos con los títeres y luego los niños fueron los titiriteros en el retablo.
Después desayunaron y nos invitaron a jugar a la pelota, Beth jugó un ratito y Camilo todo el partido, para el equipo de las chicas, que fue el ganador: 10-9. Así se hizo la hora de almorzar, nos despedimos de los niños y ellos fueron a sus casas, renegando porque querían quedarse en la escuela con nosotros.
El profe nos llevó a almorzar a una casa enfrente de la escuela, donde la hermana mayor de 2 alumnas nos esperaba con sopa y pollo.
Después de almorzar llegaron 2 profes más y partimos hacia la escuela donde Juanita y sus alumnos nos estaban esperando, en Molle Kahua, tras una hora de viaje en auto por el camino entre montañas llegamos.
Saludamos a los niños, que estaban algo tímidos pero muy curiosos por nuestra llegada y ansiosos por ver a los títeres. Armamos el retablo y empezamos la función, algunos se asustaron y salieron llorando, otros se divertían y prestaban mucha atención a los que estaba pasando. Al finalizar un niño recitó una hermosa poesía sobre el sentimiento patriótico boliviano.
Llegó la hora del fin de la jornada escolar, los niños se formaron y bajaron la bandera entonando una canción patriótica. Nos despedimos de ellos y los profes nos invitaron a comer; nuevamente almorzamos, esta vez arroz con estofado, muy rico.
Nos despedimos de todos, muy contentos, estábamos felices por el hermoso día que habíamos pasado, y con ganas de quedarnos algunos días allí, compartiendo vivencias con esas comunidades, en ese lugar tan lindo.
A la vuelta hacia Cotagaita, el camino nos regaló un atardecer muy hermoso y la salida de la luna llena. También tuvimos que esperar algunas veces, pues el camino tenia partes en refaccion.
Realmente es muy difícil poder escribir todo los que sentimos estando en esas escuelas, creemos que la mejor manera de conocer y de sentir estas cosas que nos vienen pasando, que venimos buscando en este viaje, se encuentran haciendo la experiencia…por más que alguien te lo cuente no es igual que vivirlo